Entrevistamos a Pani Guzmán, Dinamizador Comunitario, Máster en Inclusión Social, Minorías y Territorio por la Universidad de Granada. Concejal de Participación y Desarrollo Local, en el Ayuntamiento de Peligros (Granada) formando parte de la Plataforma Ciudadana Ganemos Peligros.
Andaluz criado en un barrio obrero de Málaga, y vecino de Peligros desde hace once años, donde hago vida junto a mis hijxs adolescentes. Inmerso en mi historia militante, social y profesional en procesos vivos como la Plataforma Ciudadana Zona Norte (Asociación de Barrios Ignorados de Andalucía), Colectivo Edupar (Educar para la participación), y acompañando procesos de Presupuestos Participativos en diversos municipios.
¿Qué caracteriza la participación ciudadana de los jóvenes en nuestro país?
Desde nuestro punto de vista, la participación juvenil no reglada o estructurada en nuestro país es muy rica y variada, el problema está en la relación entre esa participación juvenil que se traduce en iniciativas llevadas a cabo por jóvenes y grupos de jóvenes en el espacio social, cultural, deportivo, medioambiental, de ocio…. Y una participación con una mayor incidencia política o transformadora.
La población juvenil, tiene poca presencia en los debates que más condicionan su futuro y su desarrollo, la vivienda, el empleo, la economía… En muchos casos estas cuestiones no están presentes en sus agendas, ya que les resultan muy lejanas. Sus horizontes están muy limitados.
Suele existir una distancia entre los planteamientos públicos que tienen que ver con políticas de juventud y los propios jóvenes. El número de jóvenes que participa o se beneficia de medidas pensadas para la juventud, es proporcionalmente muy bajo, sigue habiendo muchos y muchas jóvenes que se quedan fuera de los recursos que se ofertan.
Se fomenta poco la participación juvenil real, al contrario educamos desde muy pequeños en una falta de iniciativa y toma de responsabilidad. Influyen también los canales de comunicación, las administraciones suelen estar por detrás en los medios y modos de comunicar de los jóvenes (cuando llegamos a utilizar una red social, ya casi no la usan). No fomentamos la cogestión y la autogestión, esto sumado a un modelo social cada vez más individualista, incide en que no se sientan interpelados, ni parte de lo que sucede a su alrededor en muchos casos.
Pese a todo esto, sobran los ejemplos de gente joven comprometida, solidaría, creativa, capaz… Pero la visión social y de los medios que se proyecta es muy negativa o idealizada en otras ocasiones.
¿Cuál es el papel de los presupuestos participativos en las escuelas dentro de los procesos de participación ciudadana de jóvenes (si puedes indica alguna consideración global a nivel país y también principales desafíos y barreras)?
Desde nuestro punto de vista es crucial, tenemos la experiencia directa de 9 años trabajando en Peligros desde los presupuestos participativos y otros temas relacionados con participación ciudadana con juventud y centros educativos y hemos podido constatar, cómo cuando generas espacios en los que la juventud siente que sus opiniones y necesidades son tenidas en cuenta realmente, se implican cada vez más.
Se empoderan, generalizando el aprendizaje a otros ámbitos de su vida, si me siento capaz de hacer algo, me sentiré capaz de enfrentarme a nuevos retos. Si aprendo que formo parte de un proceso colectivo, me siento parte de algo mayor que yo y que puedo influir en ello junto a otros.
A nivel país, creemos que estamos muy lejos de unos niveles aceptables de políticas de fomento de la participación juvenil, hay muchos espacios simbólicos pero pocos con efecto real y con consecuencias directas.
Principales retos: Creernos la participación ciudadana juvenil o no y destinar recursos a su desarrollo real. Complementar lo presencial y lo digital. Conectar con las motivaciones reales de la juventud. Facilitar espacios de confianza y toma de decisiones sobre lo público.
¿Cómo está cambiando el compromiso ciudadano de los jóvenes y cómo será en un futuro próximo?
El compromiso en general de la población ha cambiado en las últimas décadas, hemos sembrado individualismos y hemos desincentivado lo colectivo a nivel global. Esto se ha traducido en un menor interés e implicación en la vida pública de toda la población y por tanto también de la juventud.
Nos encontramos que la sociedad civil, esta menos estructurada y más desorganizada, por lo que su poder de influencia es menor y su propia conciencia sobre sus capacidades esta mermada. Circunstancias como las actuales y la anterior crisis económica de la última década, lo han puesto claramente de manifiesto.
En contraste con esta circunstancia, hemos podido observar, que cuando se invierte tiempo, esfuerzo y recursos en rearmar esta estructura social de base, la población responde y la juventud lo hace de forma destacada.
La juventud está llena de energía, ilusiones y capacidades, solo tenemos que darles la oportunidad de que afloren, acompañándoles en sus procesos y no capitalizándolos o en el peor de los casos desincentivándolos.
Las tecnologías de la información y la comunicación juegan un papel fundamental en las nuevas formas de participación, especialmente entre la población joven, pero debemos entenderlo como algo complementario al trabajo directo en el que tejer relaciones y contactos reales en los que se den transferencias intergeneracionales de conocimiento y capacidades.
La juventud debe asumir su papel en la construcción del futuro y para ello debemos generar espacios que lo permitan.
¿Qué tendencias globales consideras que son clave en el desarrollo del activismo de los jóvenes?
Sin duda, la fundamental tiene que ver con el medioambiente y la sostenibilidad. Debemos apostar por políticas palanca alineadas con el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030.