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Evaluación

Evaluación participativa para las organizaciones sin ánimo de lucro

Objetivos

Los indicadores de éxito son incapaces de cuantificar la interseccionalidad de las barreras sociales, políticas y económicas que dificultan que las organizaciones sin ánimo de lucro proporcionen a los inversores informes sobre el crecimiento o el desarrollo de resultados más allá de los medios tradicionales. Por lo tanto, las organizaciones sin ánimo de lucro a menudo luchan por mantener programas que son esenciales para sus comunidades al tiempo que intentan proporcionar métricas tradicionales de impacto social a las entidades subvencionadoras.

La evaluación participativa puede ser una herramienta útil para recopilar datos cualitativos en la ejecución de programas comunitarios con el fin de proporcionar métricas de rendimiento a inversores, proveedores de subvenciones gubernamentales y partes externas. Capta eficazmente la interseccionalidad de las barreras a las que se enfrentan las comunidades y la complejidad del impacto social que las métricas tradicionales no pueden alcanzar. Es una herramienta que va más allá de proporcionar métricas de éxito para el desempeño del impacto social de las organizaciones sin ánimo de lucro, aunque también puede aplicarse para mejorar al mismo tiempo la calidad de sus programas.

Procedimiento

El proceso suele comenzar con una fase de planificación en la que los evaluadores y las partes interesadas determinan la finalidad y el alcance de la evaluación, las preguntas que deben responderse, los métodos de recopilación de datos que se utilizarán y las funciones y responsabilidades de los participantes. A continuación, se recopilan los datos a través de las encuestas, entrevistas y grupos de discusión seleccionados, ya que las partes interesadas participan activamente en el proceso de recopilación de datos.

La siguiente fase consiste en analizar los datos y dar sentido a los resultados. Los evaluadores y las partes interesadas interpretan los datos, identifican tendencias y patrones y extraen conclusiones sobre el programa o proyecto. En esta fase, las partes interesadas también tienen la oportunidad de aportar sus ideas y perspectivas sobre los datos.

Por último, los evaluadores y las partes interesadas colaboran para tomar decisiones basadas en los resultados de la evaluación. Esto puede implicar la identificación de áreas de mejora, el desarrollo de planes de acción y la introducción de cambios en el programa o proyecto. A lo largo de todo el proceso, las partes interesadas participan activamente en el proceso de toma de decisiones y tienen voz para dar forma a la futura dirección del programa o proyecto.

 

Número de participantes

El proceso de selección puede consistir en una convocatoria general de voluntarios, dirigirse a personas concretas comprometidas con el proyecto o solicitar recomendaciones a líderes comunitarios o partes interesadas. Se recomienda utilizar canales de comunicación que lleguen a los participantes en servicios o programas sin ánimo de lucro, dejando claro el mensaje mediante el uso de un lenguaje sencillo y explicando los beneficios de la participación. Es importante animar a los posibles participantes siendo honestos sobre el trabajo requerido y proporcionando apoyo como el transporte. Debe hacerse hincapié en la necesidad de reunir un equipo que sea una muestra representativa de la población interesada para obtener una perspectiva real del pensamiento y las percepciones del grupo.

Información extraída de: Participedia

Imagen extraída de: Unsplash